Cordón Sanitario: Se denomina así a las medidas tomadas por el Secretario de Estado, Conde de Floridablanca, tras conocer lo ocurrido en Francia el verano de 1789, con el fin de evitar el “contagio revolucionario”. Decreta el cierre de fronteras y aduanas, refuerza la censura de periódicos y libros, aumenta el control ideológico de la Inquisición, se encarcela o destierra a todo sospechoso de difundir las nuevas ideas y se confecciona un Censo de extranjeros, especialmente franceses, para el control de sus movimientos.
Bloqueo continental: Supone el cierre de los puertos europeos al comercio inglés. La medida fue impuesta por Napoleón en 1806 con el fin de arruinarlo económicamente. La medida se produce en el contexto de la Guerra franco-británica, tras la derrota franco-española en la Batalla de Trafalgar (1805), Napoleón pierde la guerra marítima, iniciando una guerra económica para asfixiarla. Sólo Portugal y Rusia a partir de 1812 se opondrán, lo que propiciará su invasión por parte de la Francia napoleónica.
Pese al alto precio que pagó Inglaterra, el bloqueo fracasará. Si bien pierde un 25% del comercio, al contar con el dominio marítimo, ampliará su comercio en Asia y América.
Desamortización: Proceso por el cual se liberalizan los bienes que estaban en “manos muertas”, vinculadas a la iglesia, el Estado o las tierras comunales de los ayuntamientos. Los agobios económicos del Estado (deuda pública) le llevan a la expropiación de esos bienes, incorporándolos al Estado y vendiéndolos posteriormente en subasta pública. Este proceso tiene lugar en varias etapas desde finales del S.XVIII (Desamortización de Godoy), pasando por las Cortes de Cádiz y el Trienio Liberal, acabando con los grandes procesos desamortizadores de Mendizábal en 1836 (bienes eclesiásticos) y Pascual Madoz entre 1854-1856 (bienes comunales de los ayuntamientos.)
Crisis de Subsistencia: Periodo de escasez de productos básicos que produce hambrunas y gran mortalidad. Es un fenómeno periódico durante el Antiguo Régimen, con un régimen económico eminentemente agrario. Se combinan las malas cosechas (sequía, inundaciones, plagas o guerras) y el atraso tecnológico. El descenso de producción lleva a escasez, subida de precios y hambre. Si esta situación se prolonga varios años se convertía en una auténtica catástrofe, que lleva a la población al amotinamiento.
Afrancesados: Término aplicado, de forma peyorativa, a los que colaboran con el régimen de José I durante la ocupación francesa. Se trata de eclesiásticos, nobles, militares, escritores o juristas que querían regenerar y modernizar el país y creían que la mejor manera era a través de la monarquía bonapartista, heredera de la Revolución. Con la retirada de los franceses tomarán el camino del exilio (4000-10000), los que se queden en España serán duramente perseguidos.
Destacan figuras como: Javier de Burgos, Meléndez Valdés, Leandro Fernández de Moratín, Fernández de Navarrete o Gonzalo O`Farril.
Mayorazgos: Institución jurídica creada en la Edad Media en la Corona de Castilla como mecanismo para mantener el patrimonio y la preeminencia socioeconómica de la nobleza. Los bienes que formaban el mayorazgo no podían dividirse ni venderse, pasando íntegramente a manos de un único heredero, normalmente el primogénito. Al ser incompatible con la idea de libertad de propiedad y de mercado, los liberales intentarán abolirlo, primero en las Cortes de Cádiz y después, ya definitivamente, en 1836 durante la Regencia de María Cristina.
Soberanía Nacional: Concepto acuñado en la Revolución Francesa, opuesto a la soberanía monárquica o derecho dinástico y asociado al término ciudadano, cuyo conjunto forma la Nación, esto es, una agrupación de personas iguales y unidas por vínculos legales. La soberanía Nacional implica el derecho de representación de esos ciudadanos a través de cauces de elección de sus representantes, que serán los que legislen. Esta soberanía tiene su máxima expresión en la Constitución, ley suprema que emana de los representantes del pueblo.
Soberanía Compartida: Sistema representativo en el cual el monarca aumenta considerablemente su poder y autonomía (iniciativa legislativa y derecho de veto) en detrimento de las Cortes representativas, cuya labor se ve mediatizada por el monarca. Suele ir acompañada de una limitación del sufragio (censitario) y unas Cortes bicamerales, con una de ellas, el Senado, que suele ser muy conservador y de nombramiento regio. Suelen ser sistemas políticos con Constituciones moderadas o conservadoras. En España podemos incluir aquí las Constituciones de 1837 y 1845.
Cortes Unicamerales: Los sistemas políticos con este sistema sólo tienen una cámara de representantes, en contraposición con las Cortes bicamerales con Congreso y Senado. Estas Cortes son raras en la historia de España, se preferirán las bicamerales, con un Congreso electo y un Senado como contrapeso conservador en las decisiones, ya que este era elegido normalmente por el monarca con carácter vitalicio.
En España sólo las Cortes salidas de la Constitución de 1812 y la republicana de 1931 son unicamerales.
Sufragio Universal Indirecto: Tipo de sufragio en el que los votantes no eligen directamente a los diputados, sino que seleccionan a unos representantes que eligen al diputado. Será el tipo de sufragio elegido en la Constitución de 1812. Era “universal”, aunque sólo los hombres con renta podían votar, e indirecto en tres niveles: parroquia, partido y provincia. Los habitantes de la parroquia elegían a un elector, que a su vez elegía al elector del partido y éste elegiría al de la provincia, que sí elegía al diputado.
Milicia Nacional: Cuerpo de ciudadanos armados, cuyo propósito era mantener el orden público y defender el régimen constitucional. Es un cuerpo esencialmente popular, patriótico y liberal.
Regulado por primera vez en la Constitución de 1812, siendo disuelta por Fernando VII. En el Trienio luchará contra las sublevaciones absolutistas. Durante las Regencias y el reinado de Isabel II se convierte en un baluarte progresista frente a los gobiernos moderados, siendo usada en pronunciamientos o motines en el “tira y afloja” entre Moderados y Progresistas. La Milicia Nacional muere definitivamente con la Restauración.
Manifiesto de los Persas: Documento suscrito en abril de 1814 por 69 diputados de las Cortes de Cádiz de tendencia absolutista, donde denuncian su obra legislativa y piden la vuelta a las formas y costumbres del Antiguo Régimen. Fue entregado a Fernando VII en Valencia y servirá de base para el Decreto del 4 de Mayo que proclama la restauración absolutista.
Su nombre proviene de una frase de su primer párrafo: “Era costumbre de los antiguos persas pasar cinco días de anarquía después del fallecimiento de su rey, a fin de que la experiencia...”
Pronunciamiento: eufemismo que designa un levantamiento o golpe militar. En este caso un militar carismático se “pronuncia” públicamente contra el régimen o gobierno, con cierto apoyo de elementos civiles. Los pronunciados esperan la adhesión del resto de fuerzas armadas y del pueblo. No suele producir mucha violencia, ya que en un breve periodo de tiempo ve si tuene el apoyo suficiente y el gobierno renuncia; o si ha fracasado, en cuyo caso se inicia la represión gubernamental y el exilio.
Será un método clásico en la España del S.XIX para los cambios de gobierno o régimen.
Masonería: Institución de carácter iniciático y secreto, que entre otros fines persigue el desarrollo y progreso social a través de la educación y la ciencia. Su origen en España se remonta al S.XVIII, en el ambiente y al abrigo de la Ilustración. Será perseguida por la Inquisición durante el S.XVIII y el reinado de Fernando VII.
Las logias masónicas tendrán especial importancia en la expansión de las ideas ilustradas primero y liberales después; y jugarán un importante papel en la emancipación americana y los diferentes pronunciamientos liberales.
Proteccionismo: Es la teoría y práctica económica que establece que la producción nacional es prioritaria frente a la de otros países, para lo cual se establecen aranceles aduaneros que dificulten la entrada de productos foráneos.
En España fu la política seguida durante casi todo el S.XIX, con algunas excepciones y matices, para contentar a los tres pilares fundamentales de la economía: industriales catalanes, grandes cerealistas castellanos y siderúrgicos vascos.
Lay Sálica: Ley que regula la sucesión monárquica a favor de los varones. Felipe V introduce esta ley de origen francés en España, aunque con una diferencia: sólo priva a las mujeres de la sucesión cuando haya legítimos herederos varones.
Fernando VII derogará la ley a través de la “Pragmática Sanción” para que pudiera reinar su hija Isabel en detrimento de su hermano Carlos Ma Isidro. Se inicia así el conflicto dinástico entre Carlistas e Isabel II, apoyada por los liberales.
Pragmática Sanción: Promulgada el 29 de Marzo de 1930 por Fernando VII y que anula a la denominada “Ley Sálica”. Así Isabel se convierte en heredera, con la oposición de los absolutistas, agrupados en torno al hermano de rey Carlos Ma Isidro, que conseguirán anular la Pragmática en 1832, con el rey muy enfermo. Será el propio rey el que anule esa derogación poco después, dejando el camino libre para la entronización de Isabel II.
Carlismo: Movimiento de carácter tradicionalista y legitimista de Carlos Ma Isidro, en oposición a Isabel II, entronizada en 1833 tras derogar Fernando VII la “Ley Sálica”. En torno al pretendiente carlista se agrupará la facción más conservadora de país, mientras que los liberales apoyarán a la regente Ma Cristina, madre de Isabel.
Hacen bandera del absolutismo monárquico, la religión católica y las leyes tradicionales (Dios, Patria, Rey y Fueros). El carlismo tendrá especial apoyo en el País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña, zonas en las que tendrá gran repercusión las tres guerras carlistas que se producirán durante el S.XIX.
Criollo: Se denomina así a los nacidos en América de padres españoles. Los criollos irán adquiriendo gran poder económico convirtiéndose en grandes hacendados y comerciantes, así como en profesionales liberales. La pujanza económica contrasta con su postergación política, ya que la Corona privilegia a los nacidos en España, lo que va creando un enorme descontento, que tomará forma a finales del S.XVIII con la difusión de las ideas ilustradas, en la que son educados mucha juventud criolla que estudia en Europa. A esto se añade la enseñanza práctica de la Revolución Francesa y la independencia norteamericana
Las élites criollas aprovecharán el vacío de poder provocado por la invasión francesa de la península para aumentar su poder político formando Juntas, recogiendo la Soberanía y comenzando la emancipación americana.
Carlos IV (1748-1819): Hijo de Carlos III y María Amalia de Sajonia, y rey de España entre 1788 y 1808. Accede al trono poco antes de la Revolución Francesa, hecho que marcará su reinado. De carácter débil, delega el poder en su valido Manuel Godoy, de quien se decía que era amante de su esposa María Luisa de Parma. Intenta seguir una línea ilustrada, pero la injerencia napoleónica y la inestabilidad interna truncan el intento reformador. Será destronado por su hijo Fernando en el Motín de Aranjuez.
Conde de Floridablanca (1728-1808): Político español, que será Secretario de Estado con Carlos III y Carlos IV, además de presidente de la Junta Suprema Central en 1808. Representante del reformismo ilustrado junto a Patiño, el marqués de la Ensenada o Jovellanos, orienta su reformismo hacia el fomento de las obras públicas o la modernización del ejército y la agricultura.
El estallido de la Revolución Francesa le hace girar al conservadurismo con represión y censura de las ideas revolucionarias.
Conde de Aranda
A partir de los hechos revolucionarios de Francia en 1789, el mayor esfuerzo de la política de Floridablanca se centraba en mantener en secreto los sucesos franceses en España, con el fin de que no se extendiera la revolución por el país. Para ello, contó con el apoyo del Santo Oficio y sectores importantes del clero. Aranda atacó esta alianza con el desprestigiado organismo inquisidor y, apoyado por su partido aragonés, logró que el rey destituyera a Floridablanca, cuyo puesto pasó a ocupar en febrero de 1792.
Meses después del ascenso, Aranda mandó encarcelar a Floridablanca en la fortaleza de Pamplona, al tiempo que se buscaban pruebas para poder acusarlo de abuso de poder. Aranda, tan pronto como tomó el poder, empezó a cambiar, en sentido contrario, el rumbo político de su predecesor. A petición suya, el rey abolió la junta suprema de Estado, a la vez que reaparecía el Consejo de Estado, baluarte de los grandes en tiempos anteriores.
Aranda suavizó la postura oficial hacia la revolución y redujo la vigilancia sobre los extranjeros, a la que tanta importancia había dado Floridablanca: toleró la distribución de diarios franceses, hasta que el encarcelamiento de la familia real francesa y la abolición de la monarquía dio pie a órdenes más estrictas en la inspección de todos los escritos procedentes de Francia. Al mismo tiempo, España se vio invadida por una ola de refugiados, la mayoría aristócratas y clérigos. A los clérigos refugiados se les prohibió predicar, así como dedicarse a la enseñanza, a la vez que se vieron obligados a no hacer mención alguna sobre los acontecimientos que se desarrollaban en Francia.
En noviembre de 1792, Aranda, demasiado comprometido con el reformismo y con los enciclopedistas —cuyas ideas fueron la base ideológica de la revolución—, fue sustituido por Manuel Godoy, un guardia de corps que se había ganado la confianza de la mujer del rey, María Luisa, al parecer como amante. Pocos meses después, el rey Luis XVI fue guillotinado y estalló la Guerra de la Convención. Aranda continuó siendo decano del Consejo de Estado, puesto desde el que agrupó a los enemigos de Godoy.
El 14 de marzo de 1794, en presencia del rey, Aranda atacó en el Consejo de Estado la decisión de Godoy de continuar la guerra con Francia. La dureza del ataque de Aranda fue aprovechada por el favorito Godoy para presionar al rey con la destitución de Aranda, la cual se produjo ese mismo día, en el que fue además desterrado a Jaén. Ya no regresaría nunca a Madrid.
Manuel Godoy (1767-1851): Noble y político extremeño, favorito del rey Carlos IV. Tuvo un ascenso meteórico en la Corte, de guardia de Corps a Secretario de Estado, las “malas lenguas” decían que gracias a ser amante de la reina María Luisa.
Intenta una política reformista, pero el rechazo de amplias capas sociales y el contexto internacional con la Revolución Francesa y el posterior intervencionismo napoleónico se lo impedirán.
Derrocado junto Carlos IV en el Motín de Aranjuez (1808), con la invasión francesa acompañará a Carlos IV en su exilio-encierro francés. Acabada la guerra continuará exiliado, debido a su enemistad con Fernando VII, a caballo entre Italia y Francia, donde morirá.
Fernando VII (1784-1833): Rey de España entre 1814 y 1833. Era hijo de Carlos IV, al que obliga a abdicar en el Motín de Aranjuez en 1808, aunque después será obligado a abdicar en Bayona por Napoleón. Pocos monarcas disfrutaron de tanta popularidad al principio (“el Deseado”). Finalizada la guerra y devuelta la Corona se revela como un soberano absolutista, persiguiendo cualquier idea liberal, suprimiendo la obra legislativa de las Cortes de Cádiz. Su reinado está marcado por la represión, los pronunciamientos liberales y la pérdida de las colonias americanas.
Al final de su reinado proclamará a su hija Isabel como sucesora, lo que le enfrentará al sector conservador de la Corte agrupados en torno a su hermano Carlos María Isidro, que tras la muerte de Fernando se convierte en el enfrentamiento entre el carlismo y el liberalismo.
José I Bonaparte (1758-1852): Hermano de Napoleón Bonaparte. En 1808 fue proclamado Rey de España. Intentara un gobierno reformista basado en el Estatuto de Bayona y apoyado en minorías ilustradas, llamados afrancesados, pero la guerra impide culminar las reformas. No fue querido por la población siendo apodado “Pepe Botella”. El cambio de la marcha de la guerra y las sucesivas derrotas francesas le hacen abandonar España en 1813. Tras la caída de su hermano en Francia se exiliará en EE.UU. y después en Florencia donde morirá.
Joaquín Murat (1767-1815): Noble y militar francés que estuvo al servicio de Napoleón. Hijo de posadero, con la Revolución se alista en el ejército donde tuvo un ascenso meteórico hasta que en 1804 fue nombrado Mariscal de Campo. En 1808 entra en España al mando de las tropas francesas y reprimirá con dureza el levantamiento del dos de Mayo de Madrid. Ese mismo año será proclamado Rey de Nápoles. Tras la caída de Napoleón en Waterloo (1815) será arrestado y fusilado.
Daoiz y Velarde: Luis Daoiz y Pedro Velarde oficiales de artillería del cuartel de Monteleón que se sumaron al levantamiento madrileño del dos de mayo. Ambos morirán en la defensa del cuartel. Son considerados héroes del levantamiento y tienen varios monumentos conmemorativos, además los leones que flanquean la entrada del Congreso de los Diputados reciben popularmente su nombre.
General Castaños (1758-1852): Militar y político español. Su dilatada carrera militar tiene su punto culminante en la victoria sobre los franceses en la batalla de Bailén (1808). En 1810 será nombrado presidente del Consejo de Regencia.
A la vuelta de Fernando VII se mantiene fiel al absolutismo ocupando diversos cargos durante su reinado. Durante el reinado de Isabel II será nombrado Prócer y senador vitalicio.
Espoz y Mina (1781-1836): Militar liberal español que tendrá un papel destacado en la Guerra de la Independencia, primero como militar y después como guerrillero en Navarra. Con la vuelta del absolutismo se subleva a favor de la Constitución, pero fracasa y se exilia en Francia. Vuelve con el triunfo de Riego, volviéndose a exiliar tras la venida de los “Cien mil Hijos de San Luis”. Con la muerte de Fernando VII regresa, destacando en la lucha contra los carlistas en Navarra y Cataluña.
Juan Martín “el empecinado” (1775-1825): Militar español y héroe de la Guerra de la Independencia con su legendaria partida guerrillera. En 1814 será ascendido a Mariscal de Campo. Con la vuelta del absolutismo es desterrado a Valladolid por sus ideas liberales. Durante el Trienio será rehabilitado, pero con la restitución del absolutismo en 1823 será capturado y morirá ahorcado.
Duque de Wellington (1769-1852): Militar y político inglés, de origen irlandés. Comandante de las fuerzas aliadas durante la Guerra de la Independencia venciendo en batallas como Arapiles, la Albuera o Vitoria. Vencerá en la mítica batalla de Waterloo a Napoleón (1815). Posteriormente será dos veces Primer Ministro de Gran Bretaña, siendo una de las principales figuras de la Cámara de los Lores. Es considerado un héroe de Gran Bretaña.
Muñoz Torrero (1761-1828): Sacerdote y político extremeño. Durante la Guerra de la Independencia colabora con las Juntas de Defensa. Participa en las Cortes de Cádiz como representante de la provincia de Extremadura, donde tendrá una participación destacada. Sus ideas liberales le llevan a presidio con Fernando VII y posteriormente al exilio en Portugal donde morirá. Es considerado uno de los padres de la Constitución de 1812.
José María Calatrava (1781-1847): Político liberal extremeño. Fue vocal de la Junta Suprema extremeña y después diputado de las Cortes de Cádiz. El regreso de Fernando VII le lleva a prisión. Durante el Trienio Liberal será ministro de Gracia y Justicia, redactando el primer Código Penal español en 1822. Durante la Década Ominosa se exilia hasta la muerte de Fernando VII en 1833. Tendrá una activa actividad política durante la minoría de edad de Isabel II.
Rafael Riego (1785-1824): Militar español de ideas liberales que luchó en la Guerra de la Independencia y que en 1820 se pronunciará a favor de la Constitución de 1812 con las tropas destinadas a combatir la emancipación americana que estaban acantonadas en Cabezas de San Juan, que propicia el Trienio Liberal. Con la restitución del absolutismo en 1823 fue hecho prisionero y ahorcado en Madrid.
Martínez de la Rosa (1787-1862): Político, poeta y dramaturgo español. Diputado en las Corte de Cádiz. Durante la etapa absolutista es encarcelado y liberado en el Trienio, asumiendo el liderazgo de los liberales moderados y nombrado ministro. Durante la Década Ominosa se exilia en Francia, volviendo durante la Regencia de María Cristina habiendo moderado sus postulados, lo que le lleva al gobierno, redactando el Estatuto Real de 1834. Será diputado, ministro y embajador.
Francisco Cea Bermúdez (1779-1850): Político español. Secretario de Estado con Fernando VII (1825). Trata de buscar un camino intermedio entre el liberalismo y el absolutismo. Vuelve al gobierno al final del reinado propiciando la Pragmática Sanción para que Isabel pudiera reinar en detrimento de Carlos María Isidro. María Cristina se apoyará en él cuando comienza la Regencia, pero su línea política ni absolutista ni liberal no convence a nadie y abandonará el gobierno.
Francisco Calomarde (1773-1842): Político español. Diputado en las Cortes de Cádiz opuesto a la tendencia liberal y firme defensor del absolutismo. Ocupa diversos cargos durante el reinado de Fernando VII, siendo al final de él Secretario de Estado alineándose con el carlismo en el conflicto sucesorio y conspirando activamente. Con la proclamación de Isabel II abandonará el país exiliándose.
María Cristina de Borbón (1806-1878): Princesa italiana, segunda esposa y Regente del reino durante entre 1833-1840 durante la minoría de edad de su hija Isabel II. Se apoya en los liberales moderados en el conflicto con los carlistas, pero su conservadurismo le hace dejar la regencia en manos de Espartero en 1840. Vuelve a España con la mayoría de edad de su hija. Sus injerencias políticas y corruptela económicas hace que sea expulsada de España y se exilie en Francia en 1854.
Carlos María Isidro (1788-1855): Hijo de Carlos IV y primer pretendiente carlista frente a Isabel II con el nombre de Carlos V. representa la facción mas conservadora y absolutista (“Dios, Patria, Rey y Fueros”). El carlismo se levanta frente a la regente y los liberales teniendo especial repercusión en el País Vasco, Navarra y Cataluña. La contienda finaliza con el Abrazo de Vergara en 1839. Carlos se exilia en Francia, abdicando en su hijo Carlos Luis.
José San Martín (1778-1850): Militar y político rioplatense. Destacó en la lucha por la emancipación americana. Participa en la Guerra de la Independencia española, pero a su vuelta a América se pone al mando de la independencia argentina donde se le reconoce como “Padre de la Patria”, también participa en la independencia de Chile y Perú. Tras entrevistarse con Bolívar se retira y vuelve a Argentina. Después se irá a Europa, instalándose en París, donde morirá.
Simón Bolívar (1783-1830): Militar y político venezolano y una de las figuras destacadas de la emancipación de las colonias americanas. Apodado “el libertador” participa activamente en la independencia de las actuales Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Participa en la formación de la Gran Colombia, una confederación de estados americanos, que se disgregará tras la muerte de Bolívar en 1830 en Venezuela, Colombia y Ecuador. Es una de las figuras más admiradas de la independencia americana y figura nacionalista de la América Latina.
BLOQUE 5 La crisis del Antiguo Régimen (1788-1833): Liberalismo frente a Absolutismo.