Comentario de textos históricos en Hiª del Mundo Contemporáneo.
El comentario de texto histórico es uno de los procedimientos más utilizados en la enseñanza de la historia. Hay múltiples propuestas teóricas de como realizarlo, sin embargo, podemos sintetizar la técnica a seguir en el siguiente proceso:
1. Lectura comprensiva del texto (el uso del diccionario y de otras fuentes puede ser de gran ayuda).
2. Clasificación del texto.
Tipo de texto
Localización cronológica y espacial
El autor
El destinatario
3. Análisis del texto:
Se trata de conseguir la mayor precisión en la comprensión del contenido del texto. Se puede abordar de diversas maneras, en general, hay que extraer las ideas principales y secundarias expresadas en el texto y aclarar cualquier concepto, término, referencia... necesario para la plena comprensión.
4. Comentario de texto:
Muy a menudo, es lo que ocurre últimamente en la Prueba de Acceso a la Universidad, el comentario está dirigido, es decir, hay que contestar a una serie de preguntas. Si no es el caso, hay que tener en cuenta la necesidad de buscar los antecedentes, los hechos (el contenido histórico del texto) y las consecuencias.
5.Valorar críticamente el texto. Análisis personal de la importancia del texto pero desde un punto de vista histórico sin interpretaciones ni valoraciones simples ni subjetivas.
1. Emplea el subrayado con moderación. La excesiva profusión de líneas resta claridad y entorpece el trabajo.
2. Utiliza varios colores. Cada uno de ellos debe aplicarse a frases, términos o ideas según su importancia. De ese modo es fácil separar lo esencial de lo accesorio.
3. Realiza las anotaciones al margen que sean necesarias. A diferencia del subrayado no emborronan el texto, se encuentran de él, por lo que no le restan limpieza. Son muy útiles para hacer llamadas aclaratorias y breves comentarios. Puedes utilizar como elemento gráfico llaves, líneas o flechas que las señalen o delimiten.
4. Sé organizado, el desorden oscurece la claridad de ideas.
5. No te limites en el comentario a decir lo mismo que dice el texto, aunque sea con otras palabras. Habrás de fundamentar tesis, extraer conclusiones, relacionar, etc.
6. No expreses puntos de vista personales sobre la temática del texto. Tu misión no es hacer juicios de valor. En otras palabras, lo que el texto alude no debe llevarte a expresar una opinión favorable o desfavorable. Lo bello o lo feo, lo bueno o lo malo, lo virtuoso o perverso son conceptos que debes reservarte para otros foros, nunca en la disciplina de Historia.
En ese sentido, piensa, por ejemplo, la cantidad de sensaciones que puede producir una obra de arte: pueden variar mucho según sea quien la contemple. A alguien puede parecerle sublime, pero a otro puede antojársele despreciable o mediocre. El historiador ha de limitarse a analizar con la máxima frialdad los rasgos formales, la procedencia, quién la encargó, su contexto histórico, pero no ha entrar en valoraciones personales. Eso no quiere decir que carezca de opinión particular, sino que, en el ejercicio de su labor de historiador, debe dejarlas al margen. De lo contrario, sus apreciaciones, al ser meramente subjetivas, carecerían de valor científico.