COMENTARIO DE UNA LÁMINA DE ARTE
La lámina representa el Cristo Pantocrator de Sant Climent del Tahull (Cataluña) siglo XII (románico catalán). Técnicamente se trata de pintura mural realizada al fresco, el muro requería una preparación consistente en una capa de enfoscado de cal y arena seguida de una segunda capa más fina de enlucido, a base de arena, cal y polvo de mármol. Posteriormente se aplicaba la pintura siguiendo un boceto hecho en el muro a base de punteado. De autor anónimo, las pinturas del románico eran realizadas por talleres en ocasiones itinerantes de artesanos llamados pictores.
Se trata de una pintura antinaturalista, el pretendido antinaturalismo de la pintura no responde a una falta de técnica, sino a una deformación intencionada de la realidad, de ser cierta esta teoría, la pintura románica tendría un indudable valor de "modernidad". El antinaturalismo se compensa con una gran expresividad de las figuras dotadas de grandes ojos. Geometrización, hieratismo y desproporción caracteriza sus figuras.
La parte superior se inscribe en un triángulo perfecto, mientras que la inferior lo hace en un pentágono, las cejas de Cristo son tallos de rosa mientras que la barbilla remeda una flor de lis (símbolo de poder y lealtad).
Hace uso de la ley del marco, es decir, las representaciones están determinadas por el marco arquitectónico.
Otra característica es el horror vacui (horror al vacío), es decir, todo el espacio tiene que estar lleno.
Existe un predominio absoluto de la línea, los colores planos que rellenan las delimitaciones realizadas por las líneas gruesas como si fuese una vidriera o un esmalte, no hay efectos lumínicos, no hay volumen, no hay perspectiva, tampoco ambientación paisajística.
El Juicio Final, principal tema del románico, testimonia el temor a la condenación, donde se dispone el Pantocrator (Dios todopoderoso en actitud de Juez), es la Maiestas Domini, Cristo Mayestático o Cristo en Majestad, donde Cristo aparece sentado en su trono celestial, coronado, bendiciendo con la mano derecha alzada mientras sostiene el libro en la mano izquierda sobre la rodilla donde reza en latín Ego sum lux mundi, rodeado por una mandorla o almendra mística (con las letras griegas alfa y omega, principio y final) y acompañado por el tetramorfos o representación simbólica de los cuatro evangelistas, San Mateo como el ángel, San Marcos como el león, San Juan como el águila y San Lucas como el toro.
En conclusión, la Maiestas Domini de Sant Climent del Tahull constituye el mejor exponente de la pintura románica, un estilo en muchas ocasiones incomprendido e infravalorado, sin embargo, hay que destacar que fue el primer arte internacional tras la caída del Imperio Romano, y que hay autores que defienden su modernidad por su posible, y he aquí el aspecto más revelador del románico, por su posible superación de la estética natural mediante una voluntaria deformación de la realidad.